sábado, 31 de marzo de 2012

El 29 de marzo, en medio de una huelga general en España que atrasó vuelos y dejó el país en ascuas, logré regresar a Puerto Rico desde Madrid. Había ido a participar en el congreso de Género y Raza de la organización YOSOYELOTRO- capitaneada por el boricua y antiguo alumno Jesús Del Valle y su cómplice Dagmaris Rivera, de Venezuela. Dagmaris, Jesús y otra boricua alumna- Deborah Elias, fundaron la organización cuando se encontraron en Madrid estudiando gestión cultural a principios de milenio(2006, creo). Estudiando se dieron cuenta de que en España entera, pero sobretodo en Madrid, había una inmensa inmigración caribeña de quien nadie hablaba más que en términos "sociológicos". En España, el Caribe , desde hace más de 50 años, era Cuba. Significaba mucho sol, mulatas sabrosonas, revolución barbuda, ron y música. Quedaba del otro lado del mar. Ese otro Caribe, compuesto por dominicanas trabajadoras en la industria del "servicio" (entiéndase nanas, cuidadoras de ancianos, trabajadoras del sexo y limpiadoras de casa ahora convertidas en dueñas de restoranes, beauticians y si, en profesionales con educación universitaria), habían creado otro Caribe en España, que acogía a la inmigración de estudiantes venezolanos, puertorriqueños, a la nueva oleada de cubanos post crisis y que se mezclaba con la de exilados colombianos, algunos oriundos de la costa caribeña- casi todos migrados por condiciones económicas y/o por la guerrilla.

Sé que se me quedan razones para explicar la migración caribeña a España que complicó el antigua panorama del Caribe que se tenía por allá.

La cuestión es que había que darle voz a esas presencias; permitirles que hablaran. Había que entablar diálogos con los españoles aliados de antaño y también con los actuales- españoles que, en el mejor de los casos conocían de ese otro Caribe, estaban ansiosos por conocerlo. Se sentían hermanados y convivían (en Lavapiés, en el pequeño Caribe de Cuatro Caminos) con ese otro mundo, a la vez cercano y lejano. Algunos, como es el caso de Maria Caballero de la Universidad de Sevilla, o Paqui Noguerol de Salamanca, o Juan Varela-Portas de la Discreta Academia, Kristina Van Hasendock en Portugal o Rita de Maesner en Amberes, hasta estudiaban hace años sus literaturas.

También había una razón más nefasta. Había que intentar entablar un diálogo para corregir mitos caricaturescos, rechazos, racismo y ataques neo-nazis de aquellos (otros) españoles que creían saberlo ya todo acerca del Caribe .

Llegué a Puerto Rico a destiempo, muerta de cansada. No enfrenté percances mayores en mi trayecto desde la calle Infantas hasta Barajas. Sólo tuve que lidiar con un taxista muy nervioso, que quería llegar al aereopuerto antes de que acabaran de cerrar la Gran Via. Trabajaba ese dia porque no creía en la huelga

-Hemos tenido el peor presidente de la historia- me dijo mientras conducíamos a todo tren por el expreso hasta Barajas. -Mal bicho. Y el sindicato, como les recortan dinero, no quiere trabajar. Lo que hay que hacer es trabajar más, a ver si salimos del hoyo en donde hemos caído. Una huelga no levanta a un país.

Mientras conducía ,hacía mapas mentales de las carreteras que estaban cerradas por las manifestaciones o la policía.

-Vamos a ver, vamos a ver... murmuraba.

Tocaba bocina.

-Ese va con una calma... Debe estar en huelga, el gilipollas

Yo me aguantaba del mango de la puerta del taxi, recordando las palabras del taxista de ayer; el que me llevó de Casa de América hasta el hotel, a mi regreso de Lisboa.

- Me puede llevar mañana al aereopuerto?

-Lo siento mucho, guapa, pero no trabajo en un dia como el que se avecina.

-Está a favor de la huelga?

-Pues sí. Hay que hacer recortes, pero estos políticos que nos han tocado siempre empiezan por los obreros. Y yo digo que empiecen por ellos, y por los bancos que fueron las que armaron esta crisis. Los derechos de los trabajadores van a volar. Y quizás alguna que otra piedra. Otra de las razones por las que no voy a trabajar mañana. Si vuelan piedras y aterrizan en mi coche, me quedo sin medios para ganarme el pan.


- A ver, a ver, seguía musitando el otro taxista, que de seguro era del PP.- A qué terminal vas?

-Vuelo por Iberia, si tengo suerte.

-Y si no, también. Iberia te tiene que resolver, que no se vayan a poner gilipollas. Aqui está. Terminal T4. Son treintayocho euros con sesenta céntimos. Buena suerte, guapa.

Me bajé . Recogí mis maletas y fui a facturar. Me recibió una inmensa fila a frente al mostrador de "Servicio al Cliente" que daba la vuelta y se perdía en el horizonte de tabloncillos de madera y acero corrugado del Barajas.

Me preparé para un largo viaje.

2. Llegué al aereopuerto internacional Luis A. Ferré, antes Luis Muñoz Marín, antes Internacional del Caribe en San Juan de Puerto Rico. Eran las 12 de la medianoche. Partí de Barajas a las 13:50. Si sumaba las 6 horas de diferencia que se estiraban a lo largo del trayecto entre San Juan y Madrid, había estado viajando más de 18 horas.

Llovia. En el avión me había empezado una tos inmensa. Respiraba profundo, temiendo un ataque de asma. No me fumé ni un cigarrillo en las paradas, en la larga espera, menos aún en el trayecto. Me dolía el cuello. Tenía el carpal tunel encendío. La verdad, no era bueno mi aspecto. Usualmente, llegaba en la noche de un viaje y al otro dia me iba directo a trabajar. Esta vez, el libreto iba a cambiar. Lo presentía. Barrunto y punto...

-Taxi

Me tocó conductor boricua, que me llevó a casa en un santiamén, avisándome que había vaguada.

-No ha parado de llover, me dijo en cuanto me monté en el taxi y me oyó la voz- Usted está malita. Viene de lugar frio?

-De Madrid...

-Pues eso por allá está caliente.

Cuando llegué, la nena y Mario dormían. Lucián estaba con su otro papá. Me dolió aún más el pecho al saber que mi primogénito no estaba en casa; que tendría que esperar un dia o dos para verlo. Y ahí fue que atacó el asma.

Maldita custodia compartida.

Me di el pompazo de ambuterol pero hice un plan. Mañana no iría a clases. Cotejé e-mails y vi que mi cliente de por la mañana también había cancelado. Dormiría. Tomaría teses a granel y me procuraría una sobredosis de vitamina "C". Me excusaría con los alumnos. Esta vez se me agotaban las baterías. Iría al quiropractico a que me destensara el pecho. Mucha tensión, demasiada.

El sábado por la mañana, saldría a correr.

BREVISIMO TRATADO SOBRE LA RESPIRACION DISTENDIDA
Respirar relajadamente alivia cualquier mal.
Escribir relajadamente, también.

Aprendí a hacer esto de grande. Quizás es la razón más práctica por la cual todavía corro; no para entrenar, para mantenerme "flaca" (hubiera desistido hace siglos) Corro para respirar. También corro para pensar. Paul Auster confiesa en "Diario de invierno" que él camina para poder pensar. A mí caminar me distrae.Tengo que meterle dificultad a la cosa para poder enfocar la mente.

Llevo dos años escribiendo tensamente, preocupadamente, asmáticamente. Ya. Es hora de cambiar de táctica. Voy a curarme del mal de la escritura asmática, del escribir con miedo a fracasar, a no ser entendida por "regionalista", por enfrascarme demasiado en mi código de sentidos. Ya, me asfixio. Me ahogo. Es hora de escribir distendidamente; como corro- torpe y distendidamente, para curarme un mal y provocarme otros; pero siempre para el disfrute.

Además, JoseeManuel Fajardo- a quien visité en Lisboa y con quien sostengo una conversacieon hace más de 15 aõs me dio un lección nueva. Es un genio el gallego, lo juro. (Es que cuando los españoles deciden reirse de sí mismos dicen unas cosas absolutamente contundentes- sobretodo si les da con llamarse Josee Manuel Fajardo. Pues Fajrdo me curó el asma literaria. Me dijo:

1- No ha habido nadie en la histoira del mundo que haya matado tanto como los europeos. Ahora vamos por le mundo diciéndole a la gente cómo hay que vivir. Pero hemos sido unos carinceros, salvajes durante siglos.

2- No hay en el mundo literatura más regionalista que la europea. Que es sino regionalista el "Ulises de James Joyce", las novelas de Flaubert. Sin embargo, hmos convencido al mundo de que la literatura eurpoea es "universal". Pero no es por razones literarias, sino por razones del poder.

3- Dicen que Occidente se acaba en Finisterre y que América no es Occidente. Todavía no entiendo por qué. No tiene nigún sentido.

Es un genio. Lo juro. Un mesa redonda con él y se me curo el asma, esa otra asma.

Habría que recoger los aforismos y frases célebres de José Manuel Fajardo. El ya juega con un título "Nuevos refranes de siempre".